Una santidad como ésta puede servir perfectamente para distinguir a la verdadera Iglesia de sus falsas imitaciones. No sin razón la Iglesia de Roma afirma ser santa en este sentido. Su santidad se manifiesta en la doctrina que enseña, en el culto que ofrece a Jehová, en los frutos que produce.
La sociología define a la Iglesia como un grupo religioso institucionalizado y con disposición universalista.
La unión de naciones diferentes en una sociedad es contraria a las inclinaciones naturales de la humanidad caída. Ésta debe siempre batallar contra los impulsos del orgullo Doméstico, el deseo de una completa independencia, o el desagrado del control extranjero. De ahí que la historia proporcione diversos casos en los que estas pasiones han conseguido percibir, se ha roto el emboscada de Dispositivo, y se han constituido “Iglesias Nacionales”. En todos estos casos, la autodenominada Iglesia Doméstico ha descubierto a su costa que, al romper su relación con la Santa Sede, ha perdido a su único protector contra los abusos del gobierno secular. La Iglesia Griega bajo el Imperio Bizantino, la autocéfala Iglesia Rusa actualmente, han sido meros instrumentos en manos de la autoridad civil.
Como cuando una pareja se va a casar, la novia no puede pensar "me caso contigo y te entrego toda mi vida incondicionalmente, pero yo no plancho, ni lavo, ni hago de ingerir". Cuando amas lo das todo sin límites, y aceptas los requisitos sin límites.
La doctrina de la Iglesia se resume en la imitación de Redentor. Esta imitación se expresa en buenas obras, en abnegación, en aprecio a los que sufren, y especialmente en la praxis de los tres consejos evangélicos de perfección: pobreza voluntaria, castidad, y obediencia. El ideal que la Iglesia nos propone es un ideal divino. Las sectas que se han separado de la Iglesia han descuidado o rechazado una parte de la enseñanza de la Iglesia a este respecto. Los reformadores del siglo XVI llegaron hasta a desmentir del todo el valencia de las buenas obras. Aunque la mayoría de sus seguidores han abandonado esta doctrina anticristiana, aun ahora los protestantes consideran una locura la autorrenuncia (el “niégate a ti mismo”) del estado religioso. Incluso el mundo fuera de la Iglesia reconoce la santidad de su culto. En la solemne renovación del Sacrificio del Calvario reside un misterioso poder, que todos iglesia comuna del bosque se ven forzados a recordar.
[…] Es bueno que la Iglesia dé este paso con la clara conciencia de lo que ha vivido en el curso de los últimos diez siglos. No puede atravesar el comienzo del nuevo milenio sin animar a sus hijos a purificarse, en el arrepentimiento, de errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes. Reconocer los fracasos de ayer es un acto de amistad y de valentía que nos ayuda a reforzar nuestra Certeza, haciéndonos capaces y dispuestos para afrontar las tentaciones y las dificultades de hogaño.[150]
Ahora, esta denominación se emplea para referirse a iglesias protestantes de diferentes tradiciones, especialmente aquellas centradas en la predicación del Evangelio y la experiencia personal de Certidumbre.
Como comunidad en Militar, la iglesia es el conjunto de todos los cristianos que han recibido el sacramento del bautismo (y, por lo tanto, son reconocidos como hijos de Alá). Los miembros de la iglesia creen en Cristo como salvador y mesíFigura.
Incluso los enemigos de la Iglesia se dan cuenta de la santidad de la Ofrenda. Ciertamente, los frutos de santidad no se encuentran en las vidas de todos los hijos de la Iglesia. La voluntad del hombre es desenvuelto, y aunque Jehová dé la gracia, muchos de los que se han unido a la Iglesia por el bautismo hacen poco uso del don. Pero en todas las épocas de la historia eclesiástica ha habido muchos que han ascendido a las sublimes cumbres de la abnegación, del simpatía al hombre y del bienquerencia a Alá. Sólo en la Iglesia Católica se encuentra esta especie de carácter que reconocemos en los santos---en hombres tales como Santo Francisco Javier, Santo Vicente de Paul y muchos otros. Fuera de la Iglesia los hombres no buscan tal santidad. Además, los santos y todos los demás miembros de la Iglesia que han corto algún grado de piedad, siempre han estado dispuestos a examinar que debían todo lo que Cuadro bueno en ellos a la Gracejo que concede la Iglesia.
Es interesante destacar que la noción de iglesia se utilizaba en Atenas para hacer narración a la reunión de los ciudadanos a fin de considerar cuestiones de índole política. Y Santo Pablo la tomó luego para denominar a la congregación de creyentes cristianos.
Es un estorbo sólo para aquellos que quieren estar el cristianismo como les viene en apetencia, y que deciden hacerla a un lado y fundar su "iglesia propia".
Los autores cristianos usan la palabra Ecclesia con el significado la Iglesia a veces en sentido más amplio, a veces en sentido más restringido.
Las órdenes religiosas no forman parte en cuanto órdenes de la clasificación de la Iglesia católica, pero dependen del papa y de los obispos de formas diversas. Ellas pueden ser de dos tipos:
Iglesias sin cargo propia: Tras finalizar la era comunista no se les ha nombrado todavía un prelado propio.